Ahorra en productos de limpieza: siete funciones poco conocidas del bicarbonato que dejarán tu hogar reluciente

El bicarbonato de sodio, muy conocido por su uso polifacético en la cocina, es también un gran aliado en la limpieza del hogar. A pesar de que se asocia principalmente con la repostería por su efecto de levadura o por blanquear las frutas y verduras, sus propiedades desodorizantes, desengrasantes y desinfectantes hacen de este producto un recurso indispensable para las tareas domésticas.

Además, destaca por ser una opción económica y muy rentable, ya que al poder usarlo en diferentes situaciones, no es necesario adquirir otros productos. Estas son siete funciones poco conocidas de esta fórmula para aprovechar al máximo sus propiedades.

Su capacidad para neutralizar los malos olores permite que pueda reemplazar a un ambientador convencional. Para ello, tan solo hay que echar los polvos en un vaso pequeño y agregar unas gotas de suavizante. De este modo, se puede colocar dentro de los armarios y los zapateros.

Otra idea es emplearlo en el cubo de la basura. En esta ocasión, únicamente es necesario espolvorear el producto dentro del recipiente para que absorba la humedad y el olor y, a continuación, colocar la bolsa.

Para este uso, se debe aplicar la fórmula en un paño mojado. Así, se puede limpiar con gran facilidad zonas en las que se acumule la grasa, como el microondas o la campana. Además, permitirá eliminar los gérmenes y residuos de comida, dejando las superficies limpias y desinfectadas sin necesidad de usar productos químicos agresivos.

El bicarbonato de sodio también resulta muy útil para eliminar el óxido que aparece en los cubiertos. Para ello, basta con mezclar el bicarbonato con un poco de agua hasta formar una pasta. Esta mezcla se aplica sobre un paño o un cepillo suave, y luego se frota directamente sobre las zonas oxidadas para devolverles el brillo original.

Otro uso muy eficaz es para higienizar colchones, ya que con el tiempo suelen acumular olores desagradables y humedad. En esta ocasión, solo hay que espolvorear el producto por toda la superficie, dejarlo actuar durante una hora y, por último, aspirarlo completamente.

Una de las propiedades del bicarbonato es su capacidad como desinfectante. En este sentido, se puede emplear en las tablas de cortar. Para este uso, hay que espolvorear la fórmula y, con la ayuda de medio limón, se va frotando por toda la superficie. Asimismo, se puede emplear para limpiar las esponjas del baño. Solo hay que llenar de agua el lavabo, verter un poco de producto y dejar en remojo las esponjas durante 30 minutos.

Una buena opción es emplearlo para desinfectar los cepillos de dientes, ya que es un método efectivo para eliminar gérmenes. El proceso es muy simple: se sumerge el cepillo en agua caliente durante unos quince minutos y se le agrega una cucharada de bicarbonato y otra de vinagre. Posteriormente, se enjuaga bien y se deja secar.

Otra aplicación muy práctica es para limpiar las manchas de cal o marcas de la mampara de la ducha. Para ello, se puede preparar una solución rociando un spray con medio vaso de bicarbonato, dos vasos de agua caliente y uno de vinagre. Esta mezcla es muy eficaz para dejar el cristal reluciente.

Una de sus funciones más impactantes es su capacidad para desatascar desagües. Para utilizarlo, simplemente se debe verter medio vaso de bicarbonato, seguido de un vaso de vinagre. Esta combinación ayudará a descomponer los residuos y obstrucciones. Después de dejar actuar la mezcla durante unos minutos, se recomienda terminar el proceso vertiendo dos vasos de agua caliente por el desagüe.

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