La inteligencia artificial se cuela en la máscara del Carnaval de Cabezo de Torres

La manifestación pagana más popular del municipio de Murcia, en la que participan más de 1.600 personas, ha recurrido al artista especialista en fallas para el diseño de este elemento, que se incorporó hace una década y que ha calado entre vecinos y visitantes como símbolo de una fiesta con 147 años de historia que sigue esperando ser declarada de Interés Turístico Nacional.

La máscara, que se expondrá a partir de mañana en el recinto festero, arderá el próximo sábado 8 de marzo para poner el broche de oro a dos semanas en las que la pedanía murciana derrocha alegría y diversión por los cuatro costados. Para el diseño y modelado de esta falla de grandes dimensiones que mide tres metros de alto por metro y medio de ancho, Baenas detalla que ha usado las nuevas tecnologías.

«Hemos creado la estructura a base de un programa informático», explica Baenas, quien ha utilizado corcho recubierto de cartón como material base de la obra, al que posteriormente aplicó «una capa de masilla lijada a conciencia para lograr que la superficie quedara refinada» antes de que la pintura que da vida a la máscara entrara en escena.

El fotógrafo Francisco Peñaranda es el encargado de representar este año el papel de Máscara del Carnaval. Un cargo que este vecino de Cabezo de Torres que asegura llevar la fiesta en la sangre asume con mucha ilusión. «Empecé a salir con Los Criticones a principios de los años 90 y después con Los Diábolos, grupo del que formé parte hasta 2011», cuenta sobre su trayectoria como carnavalero con disfraz.

Desde entonces ha seguido participando activamente en la celebración, pero vestido de calle. «Quería seguir vinculado al Carnaval de alguna forma y decidí coger la cámara de fotos para captar la esencia de la fiesta con imágenes que se publican en la página web del evento, cubriendo todos los actos de estas semanas». Al preguntarle qué significa emocionalmente el Carnaval, este profesional de la fotografía que acaba de cumplir 50 años resalta «creatividad y tradición», además de hacer referencia a los sentimientos de «alegría y libertad» que, en su opinión, van de la mano de «tener la oportunidad de expresarse a través de disfraces».