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Héctor Esteban
Valencia
Jueves, 17 de abril 2025, 09:13
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) redujo a la mitad el número de técnicos que estaban en la sala del Sistema Automático de Información ... Hidrológica (SAIH) durante las horas más críticas de la dana del 29 de octubre, una catástrofe natural que se saldó con 228 víctimas mortales y miles de millones de euros en pérdidas en la provincia de Valencia. En una institución con más de 330 trabajadores entre funcionarios y personal laboral, sólo tres estaban operativos por la tarde en la sala de control y una de ellas, como demuestra la documentación oficial que está en posesión de la jueza que instruye el caso de la dana, era la que remitía las alertas vía correo electrónico al 112.
Por la mañana, en el SAIH, que es el departamento que se encarga de la recogida de precipitaciones y del control de caudales de ríos y barrancos, había operativos seis técnicos, como reconocen desde el propio organismo que dirige Miguel Polo. Por la tarde, donde se gestó el gran caos en el barranco del Poyo, la tensión en el pantano de Forata y las inundaciones en Utiel, el número de técnicos se redujo a tres, como confirma la propia Confederación Hidrográfica del Júcar.
Durante varias semanas, LAS PROVINCIAS ha tratado de conocer sin éxito cuántas personas trabajaron en el área del SAIH durante el 29 de octubre. La respuesta siempre fue la misma: recurrir a la ley de Transparencia. La información publicada el viernes por este periódico que apuntaba que el día de la dana hubo cuatro técnicos por la mañana remitiendo por correo mensajes de alerta y que por la tarde sólo había una, provocó que desde la CHJ movieran ficha para matizar unas cuestiones que no hicieron nada más que ratificar la información publicada por este diario sobre los efectivos que estaban operativos para alertar de la mayor catástrofe vivida por la Comunitat Valenciana.
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El mensaje desde el área de comunicación de la CHJ fue el siguiente: «En la sala del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) prestaron servicio seis técnicos en el turno de mañana y tres en el turno de tarde, además de los funcionarios responsables del SAIH: jefe de servicio, jefe de área y dirección técnica». Un apunte que certifica que había el doble de personas en el turno matutino que en el vespertino.
De esta manera, se confirma de manera oficial que en la tarde de la dana, la sala SAIH no estaba funcionando a pleno rendimiento en el momento en el que el embalse de Forata amenazaba con superar su cota de vertido, el río Magro bajaba con un caudal de más de 1.000 metros cúbicos por segundo, en Utiel ya intervenían los equipos de Emergencia para rescatar a vecinos atrapados, el agua bajaba fuera de control en el Poyo a su paso por Riba-roja con un caudal de 1.643 metros cúbicos por segundo, barrancos como el de la Horteta sembraba el terror en el ala sur de la A-3 y el Turia causaba estragos entre Chera y Pedralba.
Durante esas horas, según confirma la Confederación Hidrográfica del Júcar de manera oficial, en la sala que valora las precipitaciones y mide los caudales había tres técnicos, cuando unas horas antes había el doble en un momento en el que los problemas estaban más localizados en la zona del Magro.
En la Confederación Hidrográfica del Júcar el 29 de octubre de 2024 trabajaron 229 funcionarios y 110 personas más como personal laboral, según confirman de manera oficial desde el organismo que dirige Miguel Polo. De estos, sólo tres técnicos estaban en la zona de control de ríos y caudales.
Entre las 8:44 horas y las 16:44 horas del 29 de octubre, cuatro de los seis técnicos del SAIH –Miquel Albero, Carles Beneyto, Esther Jiménez y Rosario Balbastre– remitieron hasta 17 alertas vía correo electrónico de zonas tan diversas como la Ribera, el Poyo, Sarrión y Macastre. A partir de las 16:44 horas, cuando aparece el caos aguas abajo del Poyo, sólo es la técnico Carmen González la que remite alertas vía mail al 112. En total, envía nueve correos electrónicos, que se centran fundamentalmente en la situación de riesgo que vive el pantano de Forata y sus consecuencias aguas abajo. Por la mañana, desde el SAIH se lanzaron cuatro mensajes sobre el Poyo –uno a las 12:07 horas y tres más entre las 13:41 y las 16:13 horas–. Por la tarde, con la sala SAIH mermada de efectivos, tan sólo llegó el mensaje de las 18:43 horas anunciado el desastre.
La Confederación Hidrográfica del Júcar, además de reconocer la reducción de técnicos en el SAIH durante las horas más críticas de la dana, apunta que en la noche del 29 al 30 de octubre, hubo en la sala al menos «dos personas de guardia» siguiendo las evoluciones de los distintos caudales.
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