Trabajadores de Teatre corroboran que varias salidas de emergencia estaban bloqueadas

Camareros y empleados de seguridad de Teatre revelaron, por ejemplo, que este local de ocio solo tenía dos salidas en la fachada y que tanto las puertas existentes en la parte trasera como aquellas que comunicaban con el local anexo, Fonda Milagros –donde fallecieron las 13 víctimas–, solían estar cerradas con llave y, por tanto, bloqueadas.

El letrado Pedro López Graña, que ejerce la acusación particular en representación de familiares de fallecidos en la tragedia, remarcó que la declaración de estos testigos vino a ratificar que «los establecimientos tenían unas medidas de seguridad mediocres e incluso algunas veces inexistentes».

La plantilla corroboró, además, ante la jueza que no había formación para los trabajadores que estaban al frente de la seguridad y que no había unos planes de prevención de riesgos adecuados. «Jamás se hizo ningún simulacro de incendios», remarcó López Graña. «Las personas no sabían que tenían que hacer y nadie avisó a los ocupantes de Fonda Milagros».

A este respecto, uno de los vigilantes de seguridad de Teatre quiso hacer hincapié, al finalizar su declaración, en su frustración ante la tragedia. «Si alguien nos hubiera dentro que había personas dentro de Fonda Milagros», remarcó emocionado, «yo habría entrado a salvarlos».

Las partes volvieron a insistir este jueves en la incoherencia que, a su entender, supone que ningún responsable municipal se haya visto obligado a declarar pese a que las discotecas no tenían licencia y sobre ellas pesaba una orden de cese de actividad. «A nuestro juicio el Ayuntamiento debe estar presente en la causa, al menos, como responsable civil subsidiario.