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Enric Gardiner
Miércoles, 9 de abril 2025, 15:54
Ha habido que esperar varios años, pero Carlos Alcaraz por fin se siente ganador en Montecarlo. El murciano, en su estreno en tierra batida esta temporada, remontó al argentino Francisco Cerúndolo (3-6, 6-0 y 6-1) para lograr la primera victoria de su carrera en el Masters 1.000 monegasco.
Tras perder en su debut en 2022 contra Sebastian Korda y ausentarse en 2023 por un problema en la espalda y la muñeca y en 2024 por molestias en el brazo, Alcaraz por fin acabó con el debe histórico en este torneo y ya sabe lo que es ganar al menos un encuentro en todos los Masters 1.000. Y eso que la tarde en el Monte Carlo Country Club pintó a drama cuando en media hora tétrica, Alcaraz entregó el primer set.
En su vuelta a las pistas tras las malas sensaciones de Miami, donde se despidió en su debut ante David Goffin, el primer parcial contra Cerúndolo ahondó en todas esas dudas, con una decena de errores no forzados, una ventaja de 2-1 y saque que se diluyó con un parcial de 1-5 a favor de Cerúndolo y un lenguaje físico que denotaba que algo no estaba bien.
Se veía a Alcaraz desanimado y sin energías, una versión extrañísima en él y que pudo ser más preocupante si Cerúndolo hubiese aprovechado alguna de las dos bolas de 'break' de las que dispuso en el primer juego del segundo set. El argentino, que lo estaba haciendo muy bien atacando continuamente el revés de Alcaraz, que no encontraba soluciones por el paralelo, dejó pasar la oportunidad de conseguir esa rotura y Alcaraz despertó.
Sin mucha explicación más allá de que dejó de fallar, Alcaraz se llevó los seis juegos del set. Fue el cuarto 'rosco' en tierra batida que le hacían a Cerúndolo, el tercero que lograba Alcaraz este curso tras meterle uno a Yoshihito Nishioka en Australia y a Jack Draper en Indian Wells. Ese partido ante el británico podía recordar a este, con un Alcaraz derrotado en el primer parcial y que después arrasó en el segundo, pero el murciano se encargó que el parecido -contra Draper perdió- acabara ahí.
En el tercer set fue más agresivo, obligó a Cerúndolo a fallar más y no permitió ninguna oportunidad de rotura con su servicio. De hecho, con su saque solo perdió siete puntos, tres de ellos en el último juego. Había reaccionado como se esperaba de él y lo había hecho en un territorio casi desconocido, pese a que llevara una semana aquí entrenando al lado de tenistas como Novak Djokovic. La competición oficial es otra historia y Alcaraz suma 18 triunfos en sus últimos 20 partidos sobre tierra batida. Las únicas derrotas en ese período de tiempo fueron ante Andrey Rublev en los cuartos de final del Masters 1.000 de Madrid y ante Djokovic en la final de los Juegos Olímpicos.
El próximo rival de Alcaraz será el alemán Daniel Altmaier, que derrotó a Richard Gasquet en su último partido en Montecarlo, ya que el francés se retirará esta temporada.
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