Carlos Alcaraz sigue sonriendo sobre arcilla

Se le hizo eterna la espera hasta saltar a la pista a un Alcaraz que tuvo que calentar dos veces antes de su duelo con Altmaier. El partido entre Davidovich Fokina y Draper que precedía al del murciano se alargó hasta las tres horas, con triunfo final del tenista español. Como en un calco del día anterior en el debut ante Cerúndolo, reincidió Alcaraz en los mismos problemas al servicio de inicio. Concedió tres opciones de rotura al alemán, una de ellas salvada con un punto magistral. Más de 11 minutos invirtió el de El Palmar en retener su primer turno de saque.

Vive en una montaña rusa permanente el juego de Alcaraz desde hace meses. El partido con Cerúndolo es la muestra más reciente, pero no hay que irse muy lejos para recordar la semifinal de Indian Wells con Draper. Incapaz de encontrar la estabilidad con su tenis, tras el séptimo juego con Altmaier ya habíamos presenciado tres roturas. Dos de ellas favorecían al murciano, que encarrilaba la primera manga. Mucho más suelto desde el fondo de pista, sin dar opciones a Altmaier para que este embraveciera su juego. El ritmo frenético de golpes de derecha de Alcaraz obligaba en muchos momentos al alemán a jugar muy lejos de la línea de fondo, facilitando las opciones de dibujar una dejada para sorprender.

Se siente cómodo el murciano en estas pistas, donde la bola transita lenta y tiene la oportunidad de dominar desde el fondo. Además, no requiere de un gran servicio para ser decisivo en el juego. Ante Altmaier se metió en el bolsillo el primer parcial con un escaso 51% de primeros saques. Con ese control del juego y después de romperle el servicio tres veces a su rival, Alcaraz sentenció la primera manga con una derecha que aún retumba por el Principado. Velocidad de crucero hacia cuartos de final.

Aprovechó el palmareño el tiempo de descanso para marcharse al vestuario y refrescarse. El sol apretó de lo lindo sobre Montecarlo, permitiendo que el 'drive' de Alcaraz brillara. Poca historia tuvo el segundo set, controlado de principio a fin por un Alcaraz soberbio desde el fondo y en cada subida a la red. Sigue sonriendo el murciano en la arcilla, refugio en el que quiere crecer en confianza tras un largo periodo sin alcanzar una final de Masters 1000. En Montecarlo se presenta una gran oportunidad.

«Estoy muy feliz de estar en la temporada de tierra batida de nuevo. Venir a esta superficie, que amo y en la que he crecido jugado, para jugar mis primeros cuartos de final es una sensación maravillosa. Estoy sintiéndome cada vez mejor en tierra», reconocía Alcaraz tras sellar su pase a cuartos de final. Tras su debut en Montecarlo, preguntado por su orden de preferencias en cuanto a las superficies, el tenista de El Palmar aseguró que «siempre he dicho que mi superficie favorita es la pista rápida, pero ahora mismo te diría que la arcilla está en el primer lugar». Toda una declaración de intenciones para un Alcaraz que tiene una cuenta pendiente con Montecarlo.

Este viernes Montecarlo presenciará un duelo inédito entre dos jóvenes talentos del tenis mundial. A un lado Carlos Alcaraz (21 años), al otro Arthur Fils (20 años). Será la primera vez que choquen, con el aliciente de poder pisar sus primeras semifinales en la arena monegasca. Mete miedo el francés, que arrasó sin contemplaciones a Andrey Rublev en dos cómodos sets.

En sus cuartos de final número 16, los primeros en Montecarlo, Alcaraz se medirá a otro especialista sobre tierra batida como es Fils por primera vez en su carrera: «Va a ser un partido muy complicado contra Arthur. Viene jugando a un gran nivel. Va a ser bonito de jugar y bonito de ver. Ya estamos preparados», admitió Alcaraz, ya con la vista puesta en su partido de hoy con Fils.

Será una batalla espectacular por ver quién manda desde el fondo de pista. Dos tenistas con un golpe poderoso de derecha, frente a frente. Jugará con el peso del público a su favor Fils, arropado durante todo el torneo. Llega el de Metz con la confianza por las nubes tras alcanzar por tercer torneo consecutivo la ronda de cuartos de final, repitiendo el resultado de Miami e Indian Wells.